Leyendo el otro día me encontré con un artículo de esos que suelen ser desastrosos para la esperanza humana, donde se relataban los principales problemas con los que el ser humano se encontrará en el futuro si todo sigue así.
Hemos comentado muchas veces que el futuro no está escrito, que cada uno suele obtener lo que siembra, o por lo menos en la manera más racional de pensar. Cuando lees el artículo te das cuenta que, los grandes problemas a los que hace referencia, son provocados por una carencia de seguridad en uno u otro ámbito.
La peste negra
El temor ante una pandemia global es uno de los miedo mayores de la humanidad, no en vano ha sido el causante de millones de muertes a lo largo de la historia. La amenaza futura de una pandemia “artificial” no es más peligroso, que el otro gran problema al que nos dirigimos si no cambiamos: la resistencia a los antibióticos. Pero no pensemos que este efecto será dentro de un futuro lejano, la propia OMS ha lanzado una alerta de que si seguimos así, en 10 años, algunos virus controlados hasta la fecha, podrían ser letales.
Siempre nos gusta pensar que otros serán los culpables de nuestros errores, pero en este caso, tan sólo la concienciación mundial de todos los seres humanos, podrá salvarnos. Siempre hablamos de que la seguridad debe ser proporcionada al riesgo que se tiene, una seguridad en defecto o en exceso podría ser igual de mala. Tomar antibióticos por el mero “por si acaso” no es la solución, sino parte del problema. Es necesario el correcto diagnóstico de las enfermedades para evitar caer en este futuro.
Frankenstein 4.0
Dar la vida a un objeto inerte, a partir de un ser humano, ha sido un deseo antiguo ya en la sociedad. La diferencia radica en la forma del objeto, que en este caso sería inmaterial, pasando la “mente” al ciberespacio. Si tiramos de novelas vemos que no le ha ido muy bien a los protagonistas de las mismas, porque ya sean monstruos enormes, o inteligencias artificiales, los seres humanos salen perdiendo.
El problema no creo que radique en una serie de suicidios masivos para intentar vivir en el ciberespacio por toda la eternidad, o al menos, hasta que deje de haber electricidad que soporte la máquina donde estés ;-). El verdadero problema será: quién intentará controlar a quién. Los humanos a las “máquinas pensantes” o al revés. Mi apuesta está clara, pero nuevamente sólo podremos controlar este aspecto si creamos unos procesos seguros que eviten que las fronteras sean sobrepasadas.
Viejos salvadores del futuro
Sí que es cierto que la sensación de seguridad se ha utilizado para intentar controlar a la sociedad de una manera u otra, pero el verdadero problema no debería tratar en ver quién puede, o dice poder, ofrecer seguridad sino, cómo somos capaces de establecer medidas de control que prevengan de ataques de cualquier tipo a la sociedad en este mismo momento. Por muy mal que se pongan las cosas, los seres humanos han logrado salir hasta ahora, afirmación fácil puesto que si no lo hubiéramos hecho, no estaría escribiendo 🙂 .
La historia es fundamental, porque con la cantidad de millones de personas y años que llevamos existiendo, es muy difícil que nos pasen cosas que antes no han pasado. La formación es la clave para lograr evitar caer en errores del pasado, por lo que deberíamos cultivarla mucho más. La formación, y derivado de ella la empatía, debería de ser la principal contramedida a esta predicción.
El control del mundo
Éste es, ha sido y será uno de los principales objetivos del ser humano, quizás no de todos, ni mucho menos, pero sí de muchos. Se ha intentado controlar el mundo por medio de religiones, guerras, control de recursos, gestión económica, etc. El ciberespacio no tiene por qué ser la excepción. Está claro que existen mucho peligros, pero eso no es óbice para considerarlo una lacra o algo a evitar. La tecnología no es la amenaza, es un medio por el que evolucionar. Está en manos de cada uno, que sea un instrumento de creación o destrucción. Lo que está claro es que no se puede entender la tecnología sin seguridad y sin control.
Es necesario que todos los proyectos tecnológicos, y ya desde el inicio que será más barato que hacerlo más tarde, cuenten con férreos procesos de seguridad. Da igual el objetivo de la tecnología, por quién se va a usar, o cómo se desarrolle. Hay ejemplos nefastos de errores tecnológicos con excusas de este u otro tipo: juguetes que ponen en peligro la privacidad de los niños, coches que pueden causar la muerte de los conductores, programas que filtran la información de sus usuarios, gobiernos que no protegen sus infraestructuras críticas, etc.
Haciendo publicidad de una marca de ruedas, y recordando su eslogan principal:
“La potencia, sin control, no sirve de nada”.
Origen: Estas son las predicciones futuristas que están causando mucho miedo
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