¿Quién dijo que éramos amigos?, yo soy tu madre o padre.
La entrada de hoy no está relacionada con la seguridad de la información, ni si quiera con la seguridad a corto plazo, sino que habla de algo a mucho más largo plazo. La educación de los hijos que afectará al resto de su vida. Esta educación es la que te dará más garantías de, que en un futuro, tu hij@ se pueda desarrollar como una persona con principios y se construya una vida más segura para él y los que le rodeen.
La carta la encontré hace tiempo leyendo en internet, pero en las últimas semanas la he recordado mucho viendo algunos comportamientos, que a mi parecer, no ayudan en nada a nuestros hijos, ni contribuyen a su seguridad personal y mental en el futuro. La carta dice así:
Querid@ Hij@:
Mientras vivas en esta casa obedecerás las reglas. Cuando tengas tu casa establecerás tus propias reglas.
Aquí no gobierna la democracia, no hice campaña electoral para ser tu padre o madre: tú no votaste por mí.
Somos padre, madre e hij@ por la gracia de Dios, y yo acepto respetuosamente el privilegio y la responsabilidad.
Al aceptarla adquiero la obligación de desempeñar el papel de madre o padre.
No soy tu amig@, nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas pero no somos compañeros.
SOY TU MADRE O PADRE ¡Y eso es cien veces más que un amigo!.