Concretamente la puntualidad es una de las características de la seguridad. No tendría ningún sentido que las medidas de prevención, detección o recuperación llegaran a destiempo, no servirían de nada. Podríamos decir que todas las personas puntuales son personas seguras, o para no ser categóricos, son personas que ya disponen de unas actitudes muy positivas de cara a la seguridad.
Como vemos en el artículo referido, las personas puntuales tienen una serie de características que hacen que si esas mismas cualidades fueran aplicadas en el establecimiento o diseño de la seguridad, podríamos decir que esas personas tendrían buenos hábitos de seguridad.
Qué es la puntualidad
Todo comienzo de un argumento se basa en entender bien las palabras para explicar los conceptos, y en este caso, puntualidad (según la RAE) es:
- Cuidado y diligencia en llegar a un lugar o partir de él a la hora convenida.
- Cuidado y diligencia en hacer las cosas a su debido tiempo.
- Certidumbre y conveniencia precisa de las cosas, para el fin a que se destinan.
Pero también podemos referirnos a la puntualidad como “la virtud de coordinarse cronológicamente para cumplir una tarea requerida o satisfacer una obligación antes o en un plazo anteriormente comprometido o hecho a otra persona”, según la Wikipedia. El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia. Esas son precisamente virtudes muy útiles de cara a establecer una seguridad adecuada.
Beneficios de ser puntual
Tal y como comenta en el artículo, Las personas puntuales:
- Comienzan cualquier actividad con un fin en la mente. Los objetivos son fundamental en cualquier ámbito de la vida, pero tener claras las ideas de lo que queremos proteger, así como los medios a emplear, es el primer punto dentro de la seguridad.
- Dejan espacio para imprevistos. La ley de Murphy existe y es de sobra conocida por todos. No se pueden planificar las cosas sin dejar huecos para imprevistos. Estos huecos podrán ser utilizados para mejorar procesos y hacer nuevas revisiones o para atender las urgencias y los incidentes que puedan ocurrir.
- Conocen sus fuerzas y sus carencias. El conocimiento y la información es la base de cualquier estrategia, por lo que es fundamental de cara a planificar el uso de los recursos de la forma más eficiente posible. Saber dónde actuar y dónde planificar es uno de los grandes inconvenientes de hoy en día, en el que el día a día se cree que es lo más importante y no se sale del ese ciclo sin fin.
- Hacen lo difícil en el momento en que más capacidades tengas. Es lógico pero normalmente la pereza humana, o la falta de planificación, hacen que se desperdicien las mejores capacidades mentales del día en actividades monótonas y repetitivas que no requieres de esa cantidad de energía. En seguridad, la proporcionalidad de la salvaguarda que estés implantando debe ser proporcional al riesgo que se quiera asumir. Ningún CEO se plantearía gastar más dinero del necesario para cubrir un activo.
- Están atentos a la tarea que vayan a realizar y no se dejan llevar por mariposas que pasen en el camino. La seguridad es seguridad, es control, es protección, y no tiene por qué gustar a todo el mundo. Está claro que siempre se trabaja en pro de conseguir que la seguridad sea transparente para el usuario, pero puede que en algún caso no se consiga, así que nunca podremos caer en el error de que nos distraigan otras cosas que no sean las necesarias para lograr proteger el activo.
Ejemplos
Podríamos hacer un pequeño juego en el que pensáramos qué personajes de películas o libros son símbolos de puntualidad, y comprobar si esas personas se caracterizaban por ser seguras:
- Willy Fog: ejemplo de exactitud matemática, autocontrol, disciplina, educación, y con un excepcional director capaz de ser resiliente en las situaciones más comprometidas.
- George Banks: caballero inglés puntual y serio que quiere que sus hijos continúen sus pasos. Estricto y disciplinado personaje, pero que no sabe apreciar los verdaderos tesoros que tiene en su vida hasta que prioriza sus objetivos con la ayuda de la niñera Mary Poppins.
Cualquiera de nosotros encontraremos personas puntuales e imputuales sobre las que poder identificar estas cualidades.
La puntualidad de la seguridad.
La seguridad también es orden, eficacia, estructura, y como dice la definición de puntualidad, es necesario que los trabajos estén a su tiempo. De nada sirve realizar labores de prevención si ya se ha sufrido un incidente. De nada sirve instalar sistemas de gestión de logs, si ya hemos tenido un fraude. Todos los procesos de seguridad deben de ser puntales, así como lo deben de ser los equipos que trabajen en la protección de los activos.
La puntualidad no es sólo llegar a tiempo a los sitios, sino la capacidad de tomar decisiones en el momento correcto. Muchas veces se deciden cosas que ya no son necesarias, habiendo producido un impacto más o menos perjudicial por el simple hecho de no haberlo hecho en su momento.
Como solía decir Willian Shakespeare, es mejor tres horas demasiado pronto que un solo segundo demasiado tarde. Pero…
Nadie nace puntual, así que si todavía no lo eres, aún puedes llegar a tiempo. 🙂