Ya no hay duda en que la ciberseguridad es una preocupación europea. Con la creación de la Directiva (UE) 2016/1148, sobre ciberseguridad, Europa pretende crear un mínimo común par ala protección de la ciberseguridad dentro de sus fronteras. Los nuevos cambios serán de obligado cumplimiento a partir del 10 de Mayo de 2018. Siendo su entrada en vigor el día 8 de Agosto, dado que es a los 20 días desde su publicación. EL objetivo de esta directiva no es otro que la estandarización de los requisitos comunes y mínimos de obligado cumplimiento en toda la Unión Europea. Se pretende crear un mínimo común en desarrollo de capacidades, capacidad de planificación, intercambio de información, y lo más importante, la cooperación entre todos los estados miembros para el establecimiento de requisitos mínimos para la protección de los servicios esenciales, así como los de sus proveedores.
La ciberseguridad es una guerra perdida si se intenta abordad de forma individual. La única manera de conseguir una protección eficaz es permaneciendo unidos y no permitiendo desfases en la fortaleza de cada uno de los estados miembros. Tanto los costes, como la complejidad del mundo a tratar, son aspectos fundamentales si se quiere trabajar en pro de la seguridad de Europa. Ahora más que nunca hace falta cooperación y trabajo en equipo para poder atender las ingentes demandas en materia de seguridad. No hay que olvidar que una pequeña brecha en la seguridad de las redes europeas, podría dar al traste con cualquier planificación de defensa que se tenga, dado que las redes están interconectadas unas con otras.
La sociedad se mantiene gracias al uso de las redes de datos, que tanto para banca, telecomunicaciones, o cualquier sector energético entre otros, son de absoluta necesidad, no siendo posible su funcionamiento sin ellas. Su objetivo es precisamente la aplicación de estas normas para todos aquellos sectores “críticos” para el sostenimiento del país, así como para los proveedores de servicios digitales, que son la base del buen funcionamiento de las infraestructuras europeas.
La amenaza sobre los sectores críticos, como posibles objetivos de ataque, es real y probable, por lo que es necesaria una respuesta contundente y unificada por parte de todos los estados miembros.
Origen: Cómo afectan las nuevas normas de ciberseguridad de la UE a las empresas