La fuerza de una cadena siempre es la fuerza que tiene el eslabón más débil de la misma ante la rotura. En este caso, no debemos de olvidar que la inserción de dispositivos vulnerables en los perímetros de una empresa, puede hacer que todas las defensas que tienen la misma se vean superadas por un acceso mediante estos dispositivos.
La seguridad no debe de evitar que la digitalización de las empresas progrese, pero ésta no debe de ser a toda costa, porque será en este difícil equilibrio donde ciertas empresas quiebren, después de toda una vida trabajando, como consecuencia de una política de digitalización errónea. Estamos en unos momentos delicados de equilibrio entre mantener la seguridad necesaria del negocio en un mundo cambiante sin fronteras ni policía ni ejército que pueda ser efectivo, y la necesidad de tener que entrar en ese mismo mundo al que tenemos mucho respeto por su desconocimiento.
Es necesario gestionar y planificar la seguridad de los dispositivos personales en el uso de la información corporativa, pero también es necesario y urgente ponerse al día en esta necesidad de los trabajadores. Difícil equilibrio para poder llevarlo sólo.