Mi más sincera enhorabuena a los organizadores de las JCD2016, jornadas de Ciberdefensa del año 2016, que ha creado el Ministerio de Defensa. Un enorme elenco de autoridades de los 5 ámbitos de protección del ejército español (Tierra, Mar, Aire, Espacio y Ciberespacio) se dan cita para compartir experiencias, sembrar conciencia, fraternizar con otros cuerpos y países para mejorar el intercambio de información, pero sobre todo para compartir conocimientos y formas de actuar.
El éxito de estas jornadas radica es su detallada planificación, la permanente atención por todos y por todo de sus organizadores, teniendo especial cuidado en los pequeños detalles, que son los que hacen grande un evento, una vez superada la necesidad de tener la asistencia de los ponentes más prestigiosos.
El primer punto positivo de estas jornadas es la transparencia al debatir en todas las mesas personal militar y civil. Entre ellos son capaces de aportar los diferentes puntos de vista que enriquecen el espacio, y sirven para entender que la única posibilidad de generar un ciberespacio más seguro es sólo con la ayuda de todos los ciudadanos.
Los problemas principales que todos apuntan son:
- La inmensidad en el ciberespacio a proteger, en el que cada uno de nosotros mismos poseemos decenas de sistemas que pueden ser comprometidos y servir de puerta para ataques mayores (Smart tv, móviles, tabletas, ordenadores, juguetes, aplicaciones que utilizamos, incluso hasta neveras conectadas a Internet).
- El escaso coste que supone un ataque al no necesitar grandes infraestructuras cibernéticas (un simple ordenador, una personas con conocimientos de informática y motivación suficiente son suficientes para generar un ciberataque que pueda dañar seriamente los intereses nacionales).
- La inmediatez de las acciones producidas al enviar las ordenes a la velocidad de la luz al otro punto del planeta.
- Las dificultades para poder localizar los atacantes, y en especial, los promotores de los ataques.
- La escasa jurisprudencia y falta de criterios comunes a la hora de poder reaccionar.
- La todavía joven coordinación público-privada, e incluso entre la propia administración que está todavía en proceso de implantación del Esquema Nacional de Seguridad.
- La falta de concienciación y formación de la población que no comprende todavía los problemas que puede tener por su falta de autoprotección.
- Falta de personal formado en ciberseguridad disponible para poder trabajar.
- Falta de recursos económicos, aunque sorprendentemente para mí, no ha sido una queja muy clara, e incluso en muchos casos, ni siquiera se comentó.
- La profesionalización de los atacantes que ven la ciberdelincuencia como una forma de trabajo. En muchos casos los ataques se producen en horario laboral.
Pero también se hablan de soluciones en las JCD2016, que en muchos casos pasan por entender de una forma común los problemas, para posteriormente, y con una base común, construir las soluciones. Soluciones que obviamente pasarían por atender los problemas planteados, pero que por encima de todo, destacan:
- La total y absoluta voluntad de los ejércitos de plantar cara al problema de la ciberseguridad, desde la propia organización interna y recolocación de las unidades como sea más necesario.
- El alineamiento de los políticos, lento pero en marcha, para buscar soluciones y generar las herramientas que necesitan los estados de derecho para poder actuar conforme a las leyes.
- El entendimiento de que el único medio de hacer frente común es la colaboración con las empresas y los ciudadanos.
- La necesidad de hablar y compartir para mejorar.
- Y en especial, la total dedicación de nuestras fuerzas armadas, que al igual que en el mundo físico, son capaces de operar en cualquier condición de combate. Como dice un compañero: “un paso atrás, ni para coger impulso”.
Entre las conclusiones que saco de las JCD2016, o más bien reafirmo, es que el problema de la ciberseguridad es un problema mundial, en el que España, pese a que todavía le falta presupuesto y normativa concreta más severa de implantación de controles y coordinación, está en los primeros puestos en cuanto a motivación, entendimiento del problema, y capacitación del personal.