Los humanos somos personas increíbles, nunca sabemos qué nos hará cambiar para siempre. Si los problemas de seguridad más importantes, como abrir las compuertas de una presa, cambiar los ciclos de refrigeración de una central nuclear para provocar una explosión, dejar sin luz a toda una provincia, o realizar un vertido en plena refinería, se nos quedan un poco “lejos”, a lo mejor con este otro tipo de problemas más “cercanos”, conseguimos generar la suficiente concienciación para iniciar un verdadero camino conjunto hacia la adecuada protección de las infraestructuras.