Para hacer honor a lo escrito y con objeto de poder dar más confianza a los lectores que acceden al blog, desde hace tiempo tenía instalado un certificado digital gratuito, que como suele pasar con las cosas importantes de la vida, al final salió caro.
Tras muchos problemas con los navegadores más usuales, y tras esperar a ver si conseguían solucionar el problema, finalmente opté por una opción de pago para tranquilidad de todos, mía para que no haya duda que el sitio es legítimo y no ofrece dudas, y de vosotros lectores, que en definitiva sois el objeto de existencia de este blog.
Dicho esto, os pido disculpas por los días que el certificado ha estado dando la lata con los navegadores más comunes, pero espero que este problema haya quedado ya resuelto con este nuevo certificado.
Proteger la identidad es uno de los principales puntos a trabajar en nuestra vida.