Está claro que los peligros han aumentado exponencialmente con el IoT, está claro que la movilidad ha introducido muchos nuevos vectores de ataque nuevos, está claro que hay que tener mucho cuidado y ser un poco paranoico, pero… ¡¿Quién tiene una cafetera conectada a Internet?!.
La verdad es que es alucinante ver, que por el mero hecho de poder conectar la maquinilla de afeitar a internet, tengamos que hacerlo. Por favor, la seguridad empieza por el sentido común, y no veo yo una empresa de cafeteras prestando mucha atención en subir nuevas versiones del Firmware para evitar vulnerabilidades en el código.
Origen: Eugene Kaspersky y el Internet de las amenazas | CIBERCRIMEN | CSO España